Cuando necesitamos estudiar para alguna evaluación o como repaso continuo de tus clases, muchas veces la concentración es como gota de agua que se escurre y que no quiere ser atrapada, y ciertamente repetirnos constantemente que debemos concentrarnos no es algo que realmente ayude. Por lo que hemos decidido construir un listado con tips para que la musa a cargo de tu concentración se quede un rato y se sienta feliz al estar acompañándote durante tus sesiones de estudio.
Más que programado, organizado
Cuando organizamos el tiempo que vamos a invertir en una sesión de estudio y vemos cuáles temas se deben tratar y repasar, tendremos una mayor dimensión sobre cómo trabajar y qué textos o apuntes debemos leer para comprender la información que debemos procesar en este tiempo de concentración y enfoque. En esta parte es fundamental que si van surgiendo dudas que quizá no podemos resolver por nuestra cuenta, las anotemos para llevarlas a clases con el profesor o que se las enviemos vía email lo antes posible.
Acostate temprano
Si estás bien descansado puedes contar con más energía y evitar esos bostezos en plena sesión de estudio, lo cual hará que te distraigás y que caigás en distracciones. Intentá tener una buena rutina de sueño o de tomar una siesta de 30 minutos antes de tu sesión de estudio, para que podás estar relajado y con las baterías recargadas.
Agua que viene, no agua que va
La hidratación de tu cuerpo es fundamental para que todos los procesos que llevás a cabo funcionen correctamente, incluyendo la concentración. Cuando te encontrás en un estado óptimo podés funcionar mejor y, además, evitás esas incómodas pausas en las que te sentís un poco cansado o como reseco, con una temperatura un poco elevada o incluso con hambre. La deshidratación puede causar muchos síntomas, por eso es mejor tomar una buena cantidad de agua y evitar cualquier seña de alarma.
Tu sitio, tu templo
Tener organizado tu sitio de estudio repercute en tus ánimos para estudiar y disfrutar del tiempo que empleas haciéndolo. Por ello, disponé de un lugar donde solo vayas a realizar esta actividad; evitá que sea en un lugar muy cómodo como la cama o un sofá porque la concentración será baja y tratá mejor con una silla y un escritorio; tené a la mano las herramientas o elementos que necesités e intentá que esté muy bien iluminado, no necesariamente por el sol, sino más bien con la luz de techo o una lámpara.
Ejercitá más que tu mente
Las sesiones de estudio muchas veces suelen ser estresantes o pesadas, más aún cuando tu cuerpo solo está acostumbrado a estar sentado y en modo sedentario. El ejercicio es la respuesta para que no solo tu ánimo esté estimulado, sino que contés con energía y vigor para ponerte frente a los libros y sentir cómo todo el conocimiento ingresa a tu sistema.
Modo avión
El celular, la tableta, las redes sociales, las notificaciones en la computadora, la televisión, la radio y demás distracciones deben ser censuradas al momento de una sesión de estudio. Digamos que es como un espacio que estás dedicando a vos, a tu ser profesional, te merecés darte un momento para solo estar estudiando sin distracciones y valorar el tiempo que empleás en nutrirte. Así que: concentración, concentración y concentración en modo avión.
Pose, pose, pose
La forma en como te sentás y te ubicás frente a la computadora, en la silla o el escritorio para estudiar es fundamental no solo para tu buena postura y alineación de la columna (cosa que agradecerás con los años), sino que te permite estar en un estado activo y atento. Esto quizá no es algo que notés fácilmente, pero la postura incide en el cómo tu atención está enfocada y así es más fácil aprender o estudiar.
Audífonos mode on
En ocasiones es imposible evadir algunos ruidos a nuestro alrededor que nos desconcentran, por ello y teniendo en cuenta que no se debe exceder el tiempo de 30 minutos, intentá colocar música que no te distraiga, puede ser algo sin letra y que te permita concentrarte y ponete los audífonos. Recordá evitar que el sonido sea muy fuerte y tener muy en cuenta el tiempo que pasas con los auriculares puestos, necesitás enfocarte pero sin perjudicar tu salud.
Enfocate y relajate
Muchas técnicas de estudio se basan en contar con momentos solo de enfoque al estudio y se complementan con sesiones de distracción o de pausas. Es tal como tener un recreo para tu cerebro y que pueda relajarse entre sesiones de alta exigencia. Así, podés no solo captar y recordar mejor la información, sino que tampoco generas cansancio o fastidio frente al estudio porque estás alternando cada cierto tiempo.
Esperamos que con estos consejos podás entender mejor cómo prepararte para una sesión de estudio y rindás de forma más efectiva cuando debas repasar y leer. Recordá que si querés más consejos o resolver alguna duda que te genere el texto, puedes escribirnos acá abajo o a través de las redes sociales con el hashtag #estudiaUSAM.