Cómo hacer buenos trabajos académicos

• Contrastá toda la información que usés 

Gracias a los diferentes canales de comunicación y la información alojada en la web, es posible acceder a un sinfín de datos con un solo clic. No obstante, esto también es perjudicial, ya que podés encontrar de todo, sea verdadero o falso. Por ello, no te podés quedar con lo primero que encuentres. 

Es imprescindible que comparés toda la información, ampliar todos los datos, además de contrastar autores, opiniones y tu criterio frente a lo que encuentras. Existen innumerables fuentes de consulta que componen un proyecto de investigación, Google Académico es uno de los más recomendados ya que cuenta con una amplia gama de disciplinas y fuentes de contenido científico y académico. 

• Encontrá la forma de darle orden 

Para realizar un buen trabajo académico debés saber que primero necesitás organizarte. Allí definís aspectos importantes como lo que vas a defender, cuál será tu postura, los textos que lo respaldarán, cuáles podrían incluso contradecirla, entre otras que harás que podás escribir de forma ordenada y coherente a lo que deseás. 

Si te sentís perdido o perdida, hacé una lista, definí conceptos, identificá objetivos y demás aspectos, te permitirán darle orden a tu trabajo académico. 

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• Respetá la estructura del trabajo 

Todo trabajo que se caracteriza por su excelencia responde a las necesidades y requerimientos exigidos por el docente. Es la clave para organizar tu trabajo según lo establecido. Por ejemplo, muchos ignoran que todo trabajo debe venir con portada, resumen, índice, aclaraciones sobre símbolos y abreviaturas, cuerpo del trabajo, conclusión final, anexos y bibliografía. 

Por más corto que pueda ser, contar con una estructura no solo te permite identificar lo que contiene tu trabajo, lo que estas respondiendo y definir si te falta algo, también le habla al maestro que sos una persona organizada, pulcra y disfrutás de hacer las cosas bien. Aspectos que contribuirán en tus calificaciones finales. 

• Revisá todo una vez finalicés  

Parece un consejo un poco obvio, sin embargo, la realidad es que un trabajo con errores ortográficos, por ejemplo, te puede llevar directo al fracaso sin que vos lo querás. Debés destinar días, o un momento de mucha concentración para volver a leerlo, corregir a detalle y pasarlo por un corrector.  

Incluso, a algunas personas se les dificulta revisarse a sí mismo, por lo que piden la colaboración a alguien de su confianza o que cuente con el conocimiento necesario para notar las mejoras pertinentes. Esta es una de las opciones más utilizadas a la hora de querer revisar los trabajos para terminas todo por completo.